Algunos consideran que el azúcar es adictivo, que genera dependencia y que no hay nada más delicioso que terminar una buena comida con un dulce postre.
Otros, estiman que el azúcar es similar a las drogas y que por lo tanto pueden generar dependencia, con el consiguiente daño a la salud por su consumo excesivo.
La discusión parece bizantina, pero lo que sí es cierto es que el azúcar sí desencadena la liberación de endorfinas y dopamina, los mismos neurotransmisores que se liberan durante el consumo de drogas ilícitas.
¿Cómo el azúcar afecta al cerebro?
Tengamos en cuenta un par de situaciones alrededor del azúcar y sus efectos sobre el cerebro. Está comprobado que algunas personas tienen una mayor sensibilidad al azúcar que otras.
De hecho, en el supuesto que existan antecedentes familiares de alcoholismo o depresión, es altamente probable que el azúcar produzca un mayor efecto adictivo en tu organismo.
Incluso, es posible que tu tolerancia al dolor sea muy baja, precisamente porque cuentas con menor cantidad de neuroquímicos que te ayuden a afrontarlo.
Por eso cuando ingresa algo dulce a tu organismo, el efecto en el cerebro es similar a un “rush” o golpe de droga y esa es la razón por la cual no puedes comerte una sola galleta de chocolate, sino que prefieres comerte todo el contenido de un paquete.
El azúcar activa una sustancia química del cerebro llamada “beta endorfina”, cuyos efectos en el cerebro son similares cuando una persona consume heroína, morfina, codeína o el oxycontin.
La Beta Endorfina es un poderoso analgésico que produce nuestro organismo y es capaz de cortar el dolor físico y calmar el dolor emocional. Y eso no es todo, si además consumes grandes cantidades de azúcar, adicionalmente se activa otro químico llamado dopamina que es el químico asociado a la recompensa y al placer.
Por eso te sientes mejor después de comer una merienda o un postre. El problema es que a medida que nuestro cerebro recibe más azúcar… pues va a reclamar más cosas dulces.
Esto significa que, por definición, el azúcar puede crear hábito y adicción. Las personas que consumen cantidades excesivas de azúcares libres y las reducen bruscamente también pueden experimentar síntomas de abstinencia mientras su fisiología se adapta a un cambio drástico en la dieta.
Pero no todo está perdido. Podemos salir del círculo vicioso del azúcar. Estos consejos te ayudarán a reducir el consumo de azúcar:
1. Sustituye los dulces por piezas de fruta entera
Las frutas por lo general son dulces, pero es porque contienen fructosa, la cual se metaboliza de forma diferente al azúcar, y sigue siendo un placer satisfactorio.
Sin embargo, procura restringir su consumo a unas pocas porciones al día. Consumir en exceso fructosa se ha relacionado con un aumento de la grasa del vientre, lo que aumenta la probabilidad de padecer diabetes de tipo 2.
2. Es preferible no consumir edulcorantes artificiales.
Aunque se sabe que los refrescos dietéticos o los chicles sin azúcar ayudan a muchas personas que hacen dieta a superar su adicción a los dulces, los productos como la sucralosa, el aspartame, la estevia (aunque sea de origen natural) en grandes cantidades pueden provocar el deseo de consumir alimentos dulces.
Y no es nuestra culpa -por lo menos no conscientemente- sino que nuestro paladar necesitaría más y más para sentirte satisfecho, por lo tanto habría una posibilidad de recaer en el consumo del azúcar para sentirnos bien.
3. Limpia y ordena tu casa
¿De qué me va a servir botar los trastos viejos y limpiar la cocina? Aunque no lo creas, el chiste está en deshacerse de cualquier tentación azucarada que tengamos en la casa y en el trabajo. Eso significa que debes botar esos viejos caramelos que aún conservas de la fiesta de Halloween de hace un año.
4. Crea un plan de respaldo
Si tus antojos de azúcar empiezan a sentirse fuera de control, piensa realmente en qué tipo de distracción puede ayudarte a superarlos. Puedes dar un paseo, escucha algo de música. Llama o envía un mensaje a un amigo. Escribe un blog. Ponte al día con el curso de inglés que abandonaste.
Saber qué vamos a hacer con antelación es lo que marca la diferencia.
5. Mantén a raya tus niveles de magnesio
¿Tienes un gran antojo de chocolate? Las investigaciones demuestran que esta reacción puede ser especialmente común entre las personas con deficiencias en el mineral magnesio. La idea es pedirle a tu médico que compruebe tus niveles.
Una manera natural de mantener óptimos tus niveles de magnesio, es consumir muchas verduras de hoja verde, tofu, legumbres y frutos secos ricos en este oligoelemento.
6. Piensa en una razón sólida
¿Cuáles son tus razones para dejar de consumir azúcar? Visualiza cómo serías dentro de un mes si siguieras unos hábitos alimenticios saludables.
Las razones pueden ser varias, desde algo tan sencillo como ponerte en forma o tener un mejor tono muscular, hasta por cuestiones de salud, como por ejemplo en el caso de tener antecedentes familiares relacionados con la diabetes.
7. Empieza por algo pequeño
Puedes plantearte metas u objetivos realistas, como el hecho de tener un día completo de comida saludable. Después de unos días de evitar el azúcar, notarás que ya no te gusta comerlo.
8. Ten fe en ti mismo
No hay un recurso más poderoso que la voluntad. Si crees que puedes, lo harás. Confía en el proceso y confía en ti mismo. Ten una mentalidad mejor. En lugar de pensar que no puedes comer más azúcar, piensa que tu cuerpo merece ser cuidado (total es tu único cuerpo) y por eso debe ser nutrido de una manera mucho más sana y mejor.
9. Perdónate a ti mismo
Quizá una de las partes más importantes en el proceso de desintoxicación del azúcar. Como es muy común desviarnos del camino que hemos trazado al principio, en caso que caigamos en la tentación de consumir algo dulce, no te flageles y martirices con la culpa. Perdónate por ello y retoma con renovadas ganas tu ruta.
Cada paso que damos para reducir nuestro consumo de azúcar, no acerca a nuestra meta: vivir un estilo de vida más saludable.