RedPill, la perspectiva incómoda
El concepto RedPill surge de la primera película “The Matrix”, escena en que el protagonista Neo está frente a Morfeo, quien con pocas palabras intenta explicarle que vive en una prisión imperceptible pero que puede elegir, si toma la píldora azul “…despiertas en tu cama y crees lo que tu quieras creer”, pero si toma la Píldora Roja “…te quedas en el país de las maravillas” haciendo referencia al espacio fuera de la Matrix donde se encuentra en ese momento Neo desconcertado como Alicia en “Wonderland” y continua “…y te enseño que tan profundo es el hoyo”.
Metafóricamente RedPill es abrir los ojos a una realidad paralela pero negada y despreciada por tendencias feministas que pueden rayar en la desproporción. Si echamos un vistazo a los siglos pasados, la desigualdad de derechos del ser humano era marcada en distintos aspectos, religión, raza, sexo, etc. Esto fue motivo de guerras por años, unos por liberarse otros por dominar. En el caso específico de las mujeres, han librado una lucha por hacer valer sus derechos y equipararlos con los de los hombres, que por herencia histórica en algunos aspectos como el acceso al estudio eran exclusivos para ellos. Se podría enumerar una lista de situaciones en las que por siglos la mujer estuvo en desventaja, esto dio pie a movimientos feministas para su reivindicación. Sin embargo hay quienes aducen que esos esfuerzos ya dieron frutos y que actualmente vivimos en una sociedad que ha dado su lugar a la mujer, pero que además en alguna medida, la balanza se ha invertido y es ahora el hombre quien en algunas situaciones se desvaloriza.
Surgen entonces los abanderados de la nueva lucha por los derechos de los hombres con su insignia RedPill que pretende poner en evidencia cómo la ley o la sociedad en aras de proteger a la mujer, desvirtúa al hombre. El 5 de mayo del 2019 el diario CRHOY publicó el caso de un hombre de apellido Guevara que debió insistir por la vía legal para conseguir la custodia de su hijo, un menor de 3 años que sufría maltrato de su madre quien incluso llegó a regalarlo posterior al fallo de un juez que se atrevió a adelantar su criterio diciendo “…que el niño debía siempre estar con su madre y que a él no le importaba cuánta prueba presentaran porque el resultado sería el mismo…” Después de rescatar al niño de manos de un desconocido, el PANI emitió una orden para que permanezca con su padre mientras se resuelve la querella…
El caso no es aislado, las situaciones de patria potestad son hechos conflictivos diarios y la ley favorece a la mujer incluso cuando las pruebas se inclinan a favor del padre. Se estima que las denuncias por agresión intrafamiliar contra el hombre son desestimadas e incluso ni siquiera se denuncian por “ser mal vistas”, un documental realizado en el 2016 por Cassie Jaye directora y productora filmográfica en los Estados Unidos de América denota que, 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 4 hombres experimentan violencia e intimidación por parte de su pareja, que existen cerca de 2000 refugios para apoyo a personas que sufren violencia doméstica de los cuales ninguno acepta hombres y frente a esto solo existe dos centros de atención para hombres (al 2016), por ejemplo en Londres Erin Pizzey activista del cuidado familiar y novelista, después de fundar un centro para atención a mujeres que sufrían de violencia doméstica y estudiar los casos, afirmó que 62 de las primeras 100 mujeres que acudió a su refugio eran tan violentas como los hombres y agredían también a sus parejas o a sus hijos, afirmar que esa violencia es recíproca en las parejas le ha costado incluso amenazas de muerte y la expulsión del lugar que ella misma creó.
En Costa Rica existe la Fundación Instituto de Apoyo al Hombre “FUNDIAPHO”, quienes brindan además de apoyo psicológico, asesoría legal a hombres víctimas de algún tipo de violencia intrafamiliar, esta fundación reportó al diario “El Sol de Occidente” que al año 2017 el número de emergencias 911 había registrado 7.999 denuncias de hombres agredidos de los cuales el 69% de los casos se trataba de violencia psicológica, 18% de violencia física (ósea más de 1400 hombres agredidos físicamente) y un 8,1% conflictos patrimoniales. Estos temas se mantienen en las sombras precisamente porque ofenden la imagen o status quo que se ha posicionado en los últimos años, que incluso tiene un fuerte respaldo económico, por ejemplo las grandes marchas y campañas millonarias en apoyo al día internacional de la mujer, lo cual no está del todo mal, pero comparado con el día internacional del hombre que quizá apenas sea recordado se nota la desigualdad, en esa otra cara de la moneda las estadísticas dicen que más del 73% de los suicidios son de hombres, seres humanos tan valiosos como las mujeres pero que no encuentran solución ni apoyo o no llegan a comprender que son víctimas también de una sociedad que fácilmente puede sobrecargar su sistema nervioso. Es notable la desproporción de recursos ya sean de origen estatal o privado y esto luce como descriminación de genero, es tan grave como que un hombre sea señalado como débil por el hecho de denunciar que sufre algún tipo de agresión o incluso por siquiera hablar de este tema.
Algunas otras estadísticas que se han publicado en EU indican que los hombres reciben 63% más condenas de prisión que las mujeres por exactamente el mismo crimen, el 93% de las muertes en el lugar de trabajo son hombres, esto porque la mayoría de los trabajos pesados son asignados a ellos y no equitativamente, 1 de cada 6 hombres a sufrido abuso sexual o violación, cerca de un tercio de la población masculina es circuncidada pese a que en la actualidad está comprobado que reduce la sensibilidad y el placer en el sexo, es una práctica que sigue siendo aplicada ampliamente sobre todo como costumbre religiosa, tan solo el 17,5% de las custodias de hijos son asignadas al padre, 1 de cada 4 papás de menores de edad son apartados de sus hijos, el 99,9% de las muertes de soldados han sido hombres, sigue siendo obligación para cada hombre mayor a los 18 años registrarse en el “Selective Service System” para eventuales conflictos militares de lo contrario serán castigados con una multa de $250.000 o cinco años en una prisión federal, obligación de la cual las mujeres están eximidas.
Todos estos temas aquejan al hombre pero no se habla de ello porque algunos grupos insisten en que los hombres son quienes tienen la mayoría de privilegios y el poder, alegan por ejemplo que la mayor riqueza del mundo está en manos de hombres pero no visualizan que esa población afortunada representa apenas un 0,1% de la población mundial, la mayoría de los mortales específicamente un 71% de la población tiene en sus manos apenas un 3% del total de la riqueza global (al 2015). El concepto RedPill intenta abrir los ojos a esta otra realidad, al hecho de que históricamente al hombre se le ha visto como objeto de desecho, es el hombre quien debe morir en las guerras, es el hombre quien debe asumir los trabajos de más alto riesgo, incluso en caso de accidentes en una embarcación o avión la evacuación será primero de mujeres y niños… El doctor Warren Farrell, ex feminista y autor del libro “The myth of man power” afirma que los esfuerzos o luchas deben dirigirse hacia la flexibilidad de los roles y la proporción de derechos y que es necesario superar las ideas de que el hombre es opresor o que ha inventado reglas para favorecer a su género a expensas de la mujer, el llamado patriarcado surgió como consecuencia de los roles ancestrales en la familia, la mujer por su naturaleza se embaraza, protege y alimenta a los hijos, mientras que el hombre debe producir para proveer y sostener a su núcleo, ese solía ser el ciclo, la base de la sociedad y el desarrollo.
Claramente en esta nueva era la familia como se conocía a experimentado cambios, la mujer puede no procrear, el hombre puede permanecer en casa al cuido de los hijos, entre otra serie de circunstancias que no cabe detallar pero que obviamente con el tiempo desembocará también en sistemas sociales distintos a los tradicionales. El cambio es inevitable y como parte de esta evolución debería ser también abolible toda descriminación y toda guerra, estas luchas de poder entre géneros (si es que se pueden llamar así) deben orientarse hacia un fin único y real, el respeto, el bienestar y la paz, por utópico que parezca.
Información Adicional
Perfil Psicológico de una mujer maltratadora