Cómo afecta la paternidad al hombre

La llegada de un bebé a la vida del hombre tiene implicaciones muy variadas. Se trata de un período lleno de cambios abruptos que afectan de forma positiva y negativa la vida de los caballeros. La paternidad es uno de los ejes que soportan la identidad masculina, constituyendo una de las experiencias más significativas de su existencia y un momento gratificante.

Aunque muy pocos se detienen a pensar en esto, la paternidad es una fase de transición: el hombre debe abandonar por completo la mentalidad de hijo para comenzar a pensar y funcionar como padre. Para esto tendrá que realizar una serie de cambios en sus prácticas cotidianas, aprender nuevas formas de negociación y comprometerse con la crianza del pequeño.

Sumado a todo lo anterior, el hombre tendrá que reconocer cada una de sus limitaciones, trabajar sobre sus temores, aprender a desarrollar una relación de autoridad con el pequeño y el núcleo familiar, mientras se deleita de la nueva dinámica familiar creada a partir de la convivencia con el nuevo ser humano que hace parte de su vida.

¿Cómo afecta la paternidad a los varones?

El rol social del caballero cambia por completo, ya que se adoptan nuevas responsabilidades, las cuales, de hecho, alcanzan el nivel de obligaciones legales. Una vez que eres padre, adquieres el deber de cuidar, proteger y velar por la seguridad de cada uno de tus hijos. A este punto, la presión psicológica es importante, sin embargo, se trata del inicio de un largo proceso de cambio.

Hasta el momento del nacimiento, el padre ha sido un mero espectador; de pronto, el hombre se convierte en parte responsable de la vida de una persona desvalida, con la cual ha asumido obligaciones legales, emocionales y morales. Se pierden libertades y se valoran los acontecimientos de la vida desde una perspectiva diferente.

¿Qué ocurre con la relación de pareja? Es indudable que en este tema también ocurren cambios importantes. La dinámica de la relación será diferente; el niño tendrá la mayor parte de la atención de la mujer, y así lo viajes, el entretenimiento y la intimidad se hace mucho más compleja. Serán frecuentes las interrupciones y se dificultan los espacios de intimidad.

Recomendaciones para enfrentar la paternidad de forma airosa

Enfrentar la paternidad implica renunciar a muchas cosas. Será más importante que nunca cuidar la relación de pareja. Aunque el niño sea el centro de atención, es importante procurar que los espacios de intimidad sean valiosos para ambos miembros de la pareja.

A medida que pase el tiempo y el niño gane independencia, es fundamental que la pareja dedique tiempo a estar solos, salir de casa y dedicarse un tiempo mutuo. La distribución de las tareas será un factor clave para que la nueva dinámica familiar funcione de manera adecuada.

Ciertamente, un hijo supone una alegría indescriptible pero no es menos cierto que el conjunto de nuevas responsabilidades tienen la capacidad de provocar sentimientos de tristeza, cansancio, soledad y ansiedad producto del estrés, siendo necesario aprender a lidiar con todo ello.