En este mundo hiperconectado, lleno de influencers fitness y supuestos “expertos en nutrición”, muchos están queriendo imponer una determinada tendencia dietética, promocionar sus respectivos métodos de entrenamiento y casi cualquier truco para vivir de manera más saludable.
Lo cierto, es que la mayoría de esos “ingeniosos consejos de salud” realmente son modas o tendencias, con lo cual, no son sostenibles en el tiempo como un cambio de estilo de vida saludable sostenible.
Empecemos por lo básico: La motivación
Tener un motivo para llevar un estilo de vida saludable, es sólo la chispa que te hace querer empezar. Pueden haber 1000 razones para que no hacer nada, pero sólo necesitas 1 razón para iniciar la transformación de tu futuro yo. No puedes esperar mejorar tu vida sin ocuparte primero de tu salud.
Puedes tener los mejores recursos a nivel mundial, pero si no tienes salud, pues no tienes nada. Obviamente, muchas personas luchan a diario contra distintas enfermedades, pero aún así, es posible intentar conseguir una salud óptima para tener calidad de vida.
Esto no es una competencia de velocidad
Como se trata de cambiar nuestro estilo de vida a uno más saludable, realmente no estamos compitiendo contra nadie. Tienes el resto de tu vida, así que está bien tomárselo con calma.
Es que es hasta lógico: si tardaste meses o años en ganar peso, puede que tardes meses o años en perderlo. No te preocupes por ello. Lo que más importa es tu salud; tu aspecto es sólo un efecto secundario.
Estos supuestos “gurús fitness” de Instagram o TikTok, viven para sus audiencias; quizá ese es el motivo por el cual publican a cada momento sus “avances” a la hora de mantener sus respectivos pesos: foto con los batidos, fotos con las pesas, fotos con las cintas métricas alrededor del torso o los brazos… Al final todo eso se reduce a la estética del cuerpo y no en los beneficios a la salud personal.
Cambia tus hábitos alimenticios
El griego Hipócrates de Cos, considerado el padre de la medicina, dijo una vez: “Que tu medicina sea tu alimento y tu alimento tu medicina”. En la misma línea, un viejo proverbio ayurveda reza lo siguiente: “Cuando la alimentación es mala, la medicina no funciona; cuando la alimentación es buena, la medicina no es necesaria”.
Básicamente esto se refiere a que debemos tener una alimentación sana. Comer sano es ser consciente de lo que comemos y tomar la decisión de dejar de torturar nuestros cuerpos con comida basura.
Ya que el objetivo es iniciar un estilo de vida saludable y no una dieta, los cambios que empecemos a hacer deben ser graduales.
Recuerde, que el ser humano está diseñado genéticamente a resistirse a los cambios, por eso el proceso de aceptar una nueva manera de disfrutar la vida, debe ir acompañado de ligeras modificaciones en nuestros hábitos, de tal modo que se nos haga natural.
Levántate del sillón y actívate
Empezar un estilo de vida saludable incluye, sin lugar a dudas, cuidar nuestra forma física siendo más activos y haciendo ejercicios.
Nuestros cuerpos están diseñados para moverse constantemente. Por lo tanto, podemos intentar ser más activos y divertirnos haciendo lo que nos gusta. Puede ser bailar, hacer yoga, caminar o levantar pesas, no importa lo que hagas siempre que esto signifique estar en movimiento.
No hay salud sin salud mental
Quizá físicamente te encuentras bien, pero en tu mente se libra una batalla con problemas como la ansiedad, los altibajos emocionales o la depresión. Hay que sanar eso también.
Muchas personas sufren en silencio debido al estigma que rodea a los problemas de salud mental. Tenemos miedo de que nos tachen de locos y nos marginen socialmente.
Afortunadamente los tiempos evolucionan. Existe una nueva manera de pensar respecto a este tema y ahora mucha gente entiende que tener una enfermedad mental es normal y que es perfectamente positivo buscar tratamiento.
Recuerda la máxima: “Mens sana in corpore sano” – Mente sana en cuerpo sano.